miércoles, 28 de febrero de 2007

Proyecto Ley para consumo de Alcohol

Últimamente se ha estado hablando del anteproyecto de ley que el Gobierno quería sacar de Prevención del Consumo de Alcohol que se centra en limitar el consumo en los menores de 18 años, para los que la prohibición es total en la calle y centros públicos.
Consumir alcohol en la calle se sancionaba, "si los infractores tienen 16 o más años", con la realización de trabajos de interés social entre 2 y 6 fines de semana.
La limitación es total en los centros docentes, los de protección de menores, los de transporte público y en el interior de los recintos deportivos.
No se podrá vender alcohol en horario nocturno y de cualquier forma si se vende alcohol a un menor de 14 años, la infracción será "muy grave" y se castigará con multas de entre 35.000 y 135.000 euros, y si es mayor de esa edad, la infracción será "grave" y la multa de entre 3.000 a 35.000 euros.
Según la última encuesta escolar realizada al respecto, la edad de inicio en el consumo se sitúa en los 13,7 años y más de 750.000 escolares (14 a 18 años) se han emborrachado al menos tres veces durante el mes anterior.
El consumo entre los jóvenes afecta a las mismas partes cerebrales que el consumo crónico, perjudicando a destrezas como la memoria o el aprendizaje.
A raíz de la polémica que ha suscitado la medida entre los productores de alcohol hoy nos levantamos leyendo en los medios de comunicación que el anteproyecto se ha retirado lo que demuestra que no han sido capaces de asumir el problema del consumo de alcohol en nuestros hijos.
Una experta ha descrito 10 características de un "bebedor no problemática ser mayor de 18 años; no estar embarazada ni en periodo de lactancia; estado nutricional adecuado; consumir bebidas aprobadas por las autoridades sanitarias; no presentar embriaguez atípica; que el consumo no afecte negativamente a uno mismo ni a los demás; no presentar problemas familiares o laborales relacionados con el consumo; no depender del alcohol para relacionarse socialmente; no sufrir trastornos que se agraven por esta sustancia; no embriagarse.
Como podemos ver, muchos somos aptos para considerarnos bebedores no problemáticos pero necesitamos medidas para sobre todo nuestros menores y las medidas no sólo tienen que ir encaminadas con leyes de prohibición, que si necesitamos, sino también con buscarles alternativas a sus momentos de ocio, me resulta triste que tengan que disfrutar del carnaval con botellones en la mano como últimamente hemos podido observar, o tener que oír a mi hija decirme que si no bebes te desplazan en sus kedadas, necesitamos que puedan disfrutar el ocio exento de drogas esto pasa por un estudio en profundidad de cómo tenemos que incorporar la cultura y el deporte para formen parte de sus vidas. Difícil pero no imposible.

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